Mis fugaces desiertos
solo arden de lunas.
Suda el rumbo que extienden
los gemidos a su gruesa noche,
espesos de olores y soles.
Raptan la luz que vigila
y no cambia los días
por rechazar
la pasión de su herencia.
Y preso de su silencio
libero cuerpos sin ruido.
Noches que invitan paraísos.
(de "Otro lugar en mí", 2008)
precioso poema te felicito te mando un abrazo y que pases un buen dia
ResponderEliminarGracias, paisana, igual te deseo.
ResponderEliminarUn abrazo