Cada vez que escribo
sobre el beso te lo doy.
Cada vez que te veo de otro
modo cambio al modo
que te vi para dártelo.
Cada vez que mis pasos
recorren el camino de otros
pasos que penetran en el umbral
de tu casa hoy cerrada
tus ojos vuelven a pedirme
que te bese. No es cualquier
beso el beso a que conminan
las miradas. Frente a frente
fue el impulso ciego que nos ata
a otra vida que no nos existe.
Azar de tenernos apretados
una vez, que calló hecho
pedazos lo que somos.
Unidos en un profundo
beso que el sentimiento
no busca arrepentido.
El beso
y ninguna otra cosa.
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