De todas las manos acojo las discretas,
las que hacen de sus bocas sintiendo,
cortesía que aprietan sin saqueo diciendo:
son estas mis palabras más secretas.
De tantos aplausos valoro el preciso,
el que hace de su tiempo agonía,
sonido alguna vez de boca vacía,
pero de invisible presencia, oído conciso.
De tantos silencios prefiero el oscuro,
el que dice con todo el frío de su labio:
sorprenda a la lengua mi lenguaje duro.
De tantas miradas observo la vieja,
la que cree rescoldo al monosabio
instante de ilusión entre ceja y ceja.
Me gusta como nos has ido transportando poco a tu cabeza de poeta con tus elecciones. Magistral soneto.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
infinitas gracias dulce poeta por regalarnos la belleza de tus versos, un besin de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarMagníficas elecciones
ResponderEliminarMagnífico poema.
Un abrazo Juan.
Decía mi abuela: "Poquito y bien avenido".
ResponderEliminarGracias Javier.
Un abrazo
Gracias a ti por estar ahí, a veces en silencio.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Elena, me gustó tu blog, y me alegra tu visita.
ResponderEliminarEspero que sea el principio de un bonito intercambio.
Un abrazo
Tus versos se convierten en aplausos porque nosotros te los dejamos aquí, ya que versas muy bonito.
ResponderEliminarUn beso.
...ciega
ResponderEliminarciego
ciegame
ciega yo
ceja viva
mi ilusión
JUAN
y que
nunca nos falte...
un fuerte abrazo JUAN :
J.R.
No sabía que hasta ese punto, María. Es otra parte bonita de esto.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando la ilusión simplemente flaquea nos lleva a lugares no gratos. Sigamos, Jose, que parados ya hay demasiados.
ResponderEliminarUn abrazo