Soy cristiano y no practicante. Si me hubiesen regalado el billete para ir a ver al Papa y reservado un lugar preferente para todos sus actos, me hubiesen pagado los días perdidos de trabajo incluso, no hubiese ido.Ni de coña. Así de tajante. ¿Por qué?. Diferencio la iglesia como lugar de culto a la parafernalia política -digo bien aunque sea religiosa- que la integra. Sin embargo he de decir que quedo sorprendido por la respuesta de los jóvenes a esta convocatoria, a su saber estar, a su silencio respetuoso -¿de donde han salido?-, incluso a ciertas frases del discurso del Papa. Y aunque sigo -y seguiré- en mis trece, también opino que es mil veces mejor un discurso de paz y amor -da igual de corazón o institucionalizado- que a lo que a diario ofrecen los diarios visuales o escritos de todo el mundo.
Esto será una utopía, un rayo de luz manipulada, lo que quieran, pero la pura realidad de lo otro, lo antitodo, es una puta mierda -con o sin perdón-.
Los jóvenes están ansiosos de discursos de paz y amor, hay demasiada violencia en el mundo y no desean eso para su presente y su futuro. No importan de donde vengan las palabras, sino que estén en sus corazones por un futuro mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarEs increíble la capacidad de convocatoria que tiene el Papa, ya quisiera cualquier estrella del rock juntar a casi un millón de personas.
ResponderEliminarLo que no entiendo es el comportamiento intolerante de los llamados laicos. Supongo que les jode tener que rendirse ante la evidencia.
PD.- Yo tampoco iría a meterme en la bulla bajo un sol de justicia, soy cristiana como tú, pero no fanática.
Los jóvenes están un poco hartos, Alma, y todos. Aunque esto no va a servir de nada que no sea hacernos reflexionar un poquito sobre qué sería del mundo por otro camino, religión incluida. Pero la vida sigue por donde suele.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo; Elena, he quedado alucinado. Cansado de ver imágenes de botellones, fiestas vip, de indignados pacíficos o violentos, esta multitud de jóvenes de todo el mundo y en esa actitud tan humana me ha dejado sin palabras, Papa aparte, que no es santo de mi devoción.
ResponderEliminarLos laicos concentrarían a cuatro gatos chillones y seguro que no habría una contra manifestación de cristianos. Hay que vivir y dejar vivir. No es tan difícil. Cada uno a lo suyo y dios para quién así lo quiera,
Un abrazo