A las dudas se les apagó la costumbre,
recién nacida es la hora de su sombra,
el sí de su fracaso.
Sin necesidad escribían decisiones
en blanco, y alumbraban vacíos,
tomaban amor sin pensamientos,
deseos sin sed alguna.
Dudas que humean en instantes
que se fueron, que temen a rostros
que así no toco, dudas que quedan
donde las abandono, donde escondo
su llave, su atípico consuelo.
Dudas que ya no niego.
...como
ResponderEliminarmarcas
van
parcas y
roe
nuestro
ser
a tiempo
con nuestra
duda
dudas dudan
que sudando
llevamos
JUAN
y las
aletean
con su
fuerza
y gozo
el corazón...
un fuerte abrazo JUAN :
j.r.
De mis dudas más fieles ya no dudo. Tienen toda mi confianza.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose