Muy bonito lo que dices, Juan,no todos pueden construir casas para otros y a la vez mundos para refugiarse uno mismo y soñar.Yo también lo intento. Un abrazo
Isabel, todo el mundo tiene un saber hacer algo, solo que hay quién acierta y quién no. Yo, desde pequeño, me quedaba embobado mirando una obra, haciéndome preguntas, y hoy, cuarenta años después -empecé con catorce años- aún me gusta y disfruto, a pesar de los días duros.
Desde luego, Jose, que si algo tiene mi trabajo es que luce o no luce, incluso lo que está a la sombra. Y es que un mal acabado no se puede tapar bajo una baldosa cuando es la baldosa, por ejemplo, el acabado.
Es bonito, Antonio, que lo hecho quede para lucirse, para estar orgulloso o insatisfecho. Es la vida, nada es perfecto, pero siempre es base para seguir aprendiendo. Algo parecido a escribir, a lo que hacemos.
Goge, nuestro mundo personal no solo lo construye un albañil, también puede hacerlo un ama de casa. El mundo es duro pero no lo bastante para un buen martillo y cincel: la gana de hacer cosas.
Juan, mi trabajo ha sido siempre el contacto con particulares, dando vida a sus gustos y preferencias, en obras no demasiado grandes, tres o cuatro plantas, casas unifamiliares sobre todo. He hecho verdaderas maravillas y curiosamente no he sentido envidia de ninguna sino la satisfacción enorme de ver a quienes confiaron en mí felices con el resultado, de su amistad con el paso del tiempo -no todos porque hay de todo-. Yo vivo en una casa pequeña,normal, sin lujos, y no me importa porque en ella me siento a gusto. Aunque me diga mi mujer que en casa del herrero...
Es difícil vivir en este mundo que vivimos, al que nunca nos terminamos de adaptar. Haces bien en construirte mundos... no hay otra para sobrevivir. Un abrazo grandote.
Mundos que están en este, Laura, pisando tierra. Intentar hacer, ser algo en la vida, que ya sabemos que es nada. Y es que aburre a veces la rutina aunque buena parte de la felicidad beba de ella.
El trabajo y la imaginación van de la mano, y aunque sea en algo que se haya hecho miles de veces siempre suena a nuevo. Es bonito construir, una casa, un poema. Crece la vida.
y como decía Goethe
ResponderEliminarUno tiene que ser algo para poder hacer algo. qué mejor que cosntructor de mundos propios
Sé que en tu mundo hay mucha humanidad y bondad
Un abrazo Juanito
Estaría bien que todos pudiésemos construir mundos para refugiarnos. Bonita reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo !
...relente
ResponderEliminarmio
en mi
mundo
que ví
JUAN
que bello
ser
amigo
alero y
que el cielo
luzca y luce
luces para
verlo y
verlo ahora
luz en tí...
un fuerte abrazo tu amigo :
J.R.
No hay nada mejor que construir un mundo para uno mismo...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
espero que ese mundo que te construyes para ti sea mejor que el que en realidad tenemos un abrazo
ResponderEliminarMuy bonito lo que dices, Juan,no todos pueden construir casas para otros y a la vez mundos para refugiarse uno mismo y soñar.Yo también lo intento. Un abrazo
ResponderEliminarIsabel, todo el mundo tiene un saber hacer algo, solo que hay quién acierta y quién no. Yo, desde pequeño, me quedaba embobado mirando una obra, haciéndome preguntas, y hoy, cuarenta años después -empecé con catorce años- aún me gusta y disfruto, a pesar de los días duros.
ResponderEliminarUn abrazo
Más que refugiarme, Luis, es para sentirme feliz con lo que hago. Algo muy importante para retar al tiempo, y no dado en todos los trabajos.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego, Jose, que si algo tiene mi trabajo es que luce o no luce, incluso lo que está a la sombra. Y es que un mal acabado no se puede tapar bajo una baldosa cuando es la baldosa, por ejemplo, el acabado.
ResponderEliminarUn abrazo
Es bonito, Antonio, que lo hecho quede para lucirse, para estar orgulloso o insatisfecho. Es la vida, nada es perfecto, pero siempre es base para seguir aprendiendo. Algo parecido a escribir, a lo que hacemos.
ResponderEliminarUn abrazo
Goge, nuestro mundo personal no solo lo construye un albañil, también puede hacerlo un ama de casa.
ResponderEliminarEl mundo es duro pero no lo bastante para un buen martillo y cincel: la gana de hacer cosas.
Un abrazo, querida amiga
Juan, mi trabajo ha sido siempre el contacto con particulares, dando vida a sus gustos y preferencias, en obras no demasiado grandes, tres o cuatro plantas, casas unifamiliares sobre todo. He hecho verdaderas maravillas y curiosamente no he sentido envidia de ninguna sino la satisfacción enorme de ver a quienes confiaron en mí felices con el resultado, de su amistad con el paso del tiempo -no todos porque hay de todo-.
ResponderEliminarYo vivo en una casa pequeña,normal, sin lujos, y no me importa porque en ella me siento a gusto. Aunque me diga mi mujer que en casa del herrero...
Un abrazo
Es difícil vivir en este mundo que vivimos, al que nunca nos terminamos de adaptar.
ResponderEliminarHaces bien en construirte mundos... no hay otra para sobrevivir.
Un abrazo grandote.
Cuando se construye se crea, no dejes de construir.
ResponderEliminarUn beso.
Mundos que están en este, Laura, pisando tierra.
ResponderEliminarIntentar hacer, ser algo en la vida, que ya sabemos que es nada. Y es que aburre a veces la rutina aunque buena parte de la felicidad beba de ella.
Un abrazo
El trabajo y la imaginación van de la mano, y aunque sea en algo que se haya hecho miles de veces siempre suena a nuevo. Es bonito construir, una casa, un poema. Crece la vida.
ResponderEliminarUn abrazo,María
Muy bonito!!
ResponderEliminarMe ha encantado!!
Gracias Marian. Ya has visto que por fin te he hecho caso en lo de las palabras por línea. Al Haiku lo que es del Haiku.
ResponderEliminarMe alegra tu visita. Un abrazo