para las palabras incomprensibles,
esas que asaltan heridas
mientras que todo se desborda.
La paz no es la cima de los cuerpos
aunque lo repitan despiertos y cansados.
Un amor etéreo está bien para los ojos
pero no alimenta las carnes ni los huesos.
En la confianza arde la pérdida.
Y sin proponerlo torturan las sombras
con gestos que no habitan en el corazón.
Es lo de siempre. Cede el dique,
pasa el agua retenida. Corre
hasta llegar a la altura
de lo que no tiene ninguna importancia.
(de "Dust in the wind)
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