tiene el miedo
de volver a ver cubierto
de polvo lo retenido,
tiene la emoción
de recuperar
lo abandonado.
Volver a ti,
a tu imagen, a tu apariencia,
tiene la necesidad enloquecida
de seguir el rastro de tu existencia.
No son del pasado
los sueños que no se cumplen,
ni las palabras que jamás se han pronunciado;
poco o nada recuerdan los ojos
desde las sombras a esta nueva luz.
Estamos en recuerdos blancos
que nos tienen heridos, y solos,
sin ningún real motivo.
Regresando a tu olvido
hallo frío junto a la extrañeza,
recelo en la mirada,
hallo ceniza de un cuerpo mortal,
de desnudez endurecida,
tiempo en espera
y su crepúsculo.
Callamos.
Vuelven a hablar los ríos de la noche.
Debajo de tu piel aún hay heridas que me hieren.
felicidades por tu blog
ResponderEliminarGracias Sandra,
ResponderEliminarVeo, por el tuyo, que también te gusta la poesía.
Ya hablaremos.
Saludos