si empiezo muriendo.
Morirme donde soy si caigo
derrotado al albor de mi creencia.
Morirme sin nacer
ahora que nace el mundo.
Sin oasis ni espejismos
habitan mis desiertos hambres
de jóvenes miedos. Fuerza
que se hace contemplativa.
Sombras y delirios.
Cruzando
el horror ya no me asustan
los fantasmas ni la suerte.
Entonces comienzo
si acabo diciendo.
(de "Otro lugar en mí", 2009)
"morir sin nacer". Qué triste vida esa. Y es la que se vive cuando se deja pasar el tiempo sin vivir los sueños, sin luchar por hacerlos realidad. Me viene a la mente una amiga internáuta, una anciana en silla de ruedas que mira pasar la vida desde su ventana en la 21ª planta de un edificio de Nueva York.
ResponderEliminarQue pases un buen día,amigo Juan.
Un abrazo
...hay
ResponderEliminaroasis
que
asidos
nunca
se deben
soltar
JUAN...
la de centauros es muy buena , pero te daré
una sorpresa con la que ponga se que te
gustará...
un abrazo doble :
j.r.s.
Amigo Juan, lo superficial sólo deja huellas en la nieve. En cambio, la hondura, la fe en lo que se hace, la fuerza de voluntad, las fosiliza en uno mismo.
ResponderEliminarUn deseo siempre será deseo si no se cumple del todo. La ilusión siempre viva como primer premio.
Un abrazo
Insistir, por pesadez, va logrando algún espacio libre, y desde ahí la oportunidad de demostrar si lo que nace merece la pena.
ResponderEliminarMe gusta mucho el cine, y del Oeste las de Peckinpah (todas), Ford y Hataway. Han sido insuperables. La espero.
Un abrazo, Jose