Nada más fácil
que olvidar que
fuiste quién tomó la salida
y ganó su
carrera en algo inútil,
que te sentiste
sheriff
de una ciudad
sin ley
y saliste
sin un rasguño.
Eso hoy no
importa,
nada te servirá
de escudo
ni nadie
golpeará tu espalda,
estás de nuevo
solo
porque nadie sabe
seguirte,
o porque vas
demasiado rápido
y te han perdido
la pista,
en un destino
que no compartes
si aún no sabes
qué es
ni si merece la
pena.
Tan simple
como no sufrir
si nada tiene
sentido,
si luchas contra
ti mismo
y te vences
una vez, y otra,
y otra…
Ahora que has caminado de nuevo sin
descanso,
sin mirar atrás
vuelves a no ver
nada en ninguna dirección
mucho menos al
frente,
pero qué importa
¿qué debe ser la
vida
sino un caminar
forzoso hacia nada?
Forzosamente hacia la nada, el destino de todo hombre. Estupendo y reflexivo tu poema. La estrofa de la ciudad sin ley, del sheriff (la primera) me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarEste poema lo escribí hace al menos 10 años, y lo he rescatado entre muchos no tan publicables, la verdad es que siempre me ha gustado. Un abrazo
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