La ropa está en los tejados de la
indiferencia
junto a todo lo logrado con sudor
y que tampoco sirve para nada.
Queda espacio al alcance del
oído,
lugares infinitos que impiden dar
un paso,
los falsos amigos son los nuevos
dueños,
en la razón nada sabe ni
concuerda.
Mirar atrás descubre los sueños
tras los cristales,
ojos amargos de no ser capaces,
el árbol con la fecha de la
alianza,
dos nombres en un corazón
ensartado.
Mirar delante tiene frases de
tocar madera,
miradas de buscar nuevas miradas,
aquí queda una maleta, en la
mente algún amigo,
el conductor que pregunta adonde,
de fondo
las montañas nevadas de días
felices, el cielo azul
como si nada…
-
Espera, espere, que lo piense…
Tocar madera para que el futuro sea amable con nosotros; mirar atrás para tener conciencia de lo que perdimos, y tirar pa lante aun sin saber adonde vamos. No es muy halagueño el panorama que digamos. Un abrazo,amigo
ResponderEliminarMalos tiempos para echar raíces, pero peores para ir de un lado para otro. Una abrazo Juan
Eliminar"Mirar delante tiene frases de tocar madera" ¡qué bueno! Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarjeje es malo acostumbrarse a cerrar una frase con eso, denota la presencia o cercanía en el pensamiento de otra. "Señor déjame al menos como estoy". Nada, un abrazo amigo Marcos
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