La
lágrima está unida a toda llama,
si
es el alma que emana en carne viva,
que
serpea en el rostro a la deriva,
si
quién te hace llorar mucho se ama.
En
todo sentimiento no es un drama,
aunque
surja una etapa muy nociva,
un
tiempo con la mano más esquiva,
si
el corazón a gritos nos reclama.
No
existe amor sin dosis de amargura,
la
ausencia que camina hacia el olvido,
el
silencio que incita a la locura...
Desértico
ambular por lo sentido,
y
herida que jamás tendría cura
si
mata un arrebato a lo vivido.
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