Al quedarme dormido cantaste
llena de júbilo nuestra canción más íntima.
Dormido escuché en el mar tu sonido,
mujer de pájaros, peces, y adioses.
Tan dormido y cantabas pensando en esas cosas
que la nada construye, sostenida por alas
y otros reinos.
Dormido ardieron tus calles y ardió el mundo.
Dormido nos quedamos solos sin el dolor por la ropa
que perdimos
abrazándonos entre las rocas del precipicio
cara al mar y al cercano infinito.
Dormido fuimos principio, y otro nombre,
cuerpos sin sueño, sin dueño, al otro lado.
...oro
ResponderEliminarmiel
y tul
del
destino
aral
de tan
suave
tierno
y dulce
vivir
en tu
sueño
JUAN
vivido...
con todo mi afecto :
j.r.s.
Me deja un sabor triste este poema, como de nostalgia resignada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los sueños juegos son, corrijo a Calderón. Y algo más que sueños, juegos, son los que sólo inspiran a mi alma de raíz injustamente insatisfecha.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose
Amiga Laura, los capricornios tenemos entre lo negativo y jodido, o tengo, un lado bueno -creo- que es no estar satisfecho nunca con nada de lo que hago, con lo que tengo. Ser feliz es muy importante, y lo soy, y mucho, y también, en cierto modo, ser infeliz, aunque sólo como un matiz, o un complejo laberinto. Como andar siempre haciendo caminos, sea o no.
ResponderEliminarUn abrazo