Llueve. Todo
es grisáceo.
Humedece la gana.
Sabe a agua
cada cosa que hago. Tiene
adjetivos el barro,
equilibrio la utopía.
Lo normal llega a ser extraordinario.
Hay días así, en que la lluvia lo inunda todo... Deberíamos tener la capacidad de disfrutar en esos días de los pequeños detalles, esencia verdadera de la felicidad... Me ha encantado este poema, Juan. Es precioso y certero.
...a
ResponderEliminarratos
huele
un opiaceo
gris
es lava
ya su
alquitrán...
aqui con el carbón abunda JUAN:
J.R.S.
La obra, de pisar tierra seca a barro se transforma en un circo. Y es peligroso, aunque parezca divertido.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose
Hay días así, en que la lluvia lo inunda todo...
ResponderEliminarDeberíamos tener la capacidad de disfrutar en esos días de los pequeños detalles, esencia verdadera de la felicidad...
Me ha encantado este poema, Juan.
Es precioso y certero.
Gracias Laura.
ResponderEliminarEs fácil escribir de lo que se ve, lo que se vive.
Nos cuesta salir de la rutina, nos molesta a menudo, y como dices esos son los pequeños momentos que más se recuerdan.
Un abrazo, querida amiga