Pues sí. Dos no se pelean si uno no quiere, aunque a veces el odio genera odio y lo que comienza siendo cosa de uno, acaba siendo cosa de dos. Un abrazo.
Dos no se odian si uno no quiere porque se puede echar mano a la indiferencia que es de lo más descafeinado. El verdadero problema está en que se suele extender al resto de la familia. Grano a grano surge la montaña.
Pues sí. Dos no se pelean si uno no quiere, aunque a veces el odio genera odio y lo que comienza siendo cosa de uno, acaba siendo cosa de dos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dos no se odian si uno no quiere porque se puede echar mano a la indiferencia que es de lo más descafeinado.
ResponderEliminarEl verdadero problema está en que se suele extender al resto de la familia. Grano a grano surge la montaña.
Un abrazo, Laura