¿Sabes?
No
es amargo un ojalá que no llega
si
nos llena. Y qué decir
del
cuando, incluso con sus horas caídas.
La
inquietud que nos respira
vaga
sin dirección, pero aún así
ninguna
es alguna parte.
Mira,
esperar
no se esconde, si vive del aire,
si
el humo desvela su verdor, si el adiós
no
camina solo más de dos pasos.
Oye,
te
digo todo, y nada lo sabe.
Nunca
pende del deber, pero eso sí,
sostenido
por esperanzas, y bueno,
nos
recuerda, cansino, todo lo que se pierde,
pero
a ver,
por
qué no nos hablará de vivir todavías.
Ainss.
No hay comentarios:
Publicar un comentario