Soy dado a mojarme,
empaparme de palabras secas de gracia,
de hechos muertos de costumbre.
Soy dado a la diana enfrentada
a sus enemigos, a un para qué infinito,
confín de la hora quieta y la herrumbre.
Soy dado a la pequeñez afanosa,
a los objetos entreabiertos, a la derrota
que indefenso me da el delirio.
Soy dado a la inesperada llama
de un rescoldo, a la púa que espera
el pie descalzo, también a tu vivir, sin embargo.
Soy dado a la plenitud y al ocaso,
a ser sendero acaso, y nada.
(de "Perro viejo")
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