Nadie debería extrañarse de que el porcentaje de paro en ésta huelga llegue a ser muy alto. En mi ciudad lo tildo de excesivo. Y digo esto porque la mayoría de la gente que ha parado o no abierto sus negocios, me consta, no estaban a favor de la huelga, y sí a favor de no tentar al demonio –demasiado cercano últimamente-.
Yo he parado estando en contra, y no por miedo a enfrentarme a alguien de ideas contrarias y debatirlo sino por miedo a hacerlo con un descerebrado.
¿Hay acción más absurda e inútil que discutir, enfrentarse, con un descerebrado?.
En los piquetes siempre se encuentran locos en su salsa.
Amigo Juan:
ResponderEliminarHas hecho bien, pues al diablo no se le debe tentar y uno ya sabe más por viejo que por diablo je,je.
Luego te leo más detenidamente. Pásate por mi blog, y llévate un regalito que tengo para ti.
Abrazospoetas