AMORES DEL YA
Adonde fue, dígame, a nacer
y morir un amor de cuatro palabras.
Qué interior pleno nombra con voz
hacia adentro.
Dígame si fulgor somos nosotros
o sólo gemidos de quién sabe.
Qué línea salta un cuerpo a colmarse
vacío de alma.
Dígame por qué la sangre se apaga
avivando la sangre encendida.
Qué cruel huella se marca para borrarse.
(de "Islas")
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