INSISTE LA TARDE
En un papel volví a cerrar anoche la tarde.
Y aún tus ojos no sé cerrarlos,
ni tu cuerpo de más de un poema.
Da miedo firmar la ignorancia,
creerte otras cuatro palabras llenas:
“Sabe a hueso la carne apretada,
a suficiente tus palabras rotas una vez,
caen maltratados los placeres que reinan,
triunfan los andares ciegos”.
No eres respuesta a ninguna pregunta.
Y cuesta creer que hay ruptura
en curar sólo daños de abajo, decir
al oído lo que vendría después,
en cumplir con hambre cada palabra,
en llegar a tiempo al final de eso.
E insisto para nada en que no queda nada,
y sí pensamientos que no dejan dormir.
(de "Islas")
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