Yo sé
que al otro lado
llueve
aunque
tú no digas nada,
que
donde la voz no llega
late lo
perdido,
y que
al igual que ahora
deshojamos
la tarde
hasta
gritar en la negrura
habrá
un silencio inevitable
a un
camino de rosas.
Y todo
por hacer. Espera.
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