juanitorisuelorente -

jueves, 21 de octubre de 2010

AQUELLO QUE YA SÓLO SE VE Y NI SE SIENTE

- Confiésame algo que no le dirías a nadie.
- ¿Adonde van los que se empeñan
en dejarnos aún más solos?.
- No me refería a eso

En la esquina de mi calle
bullen viejos en silencio.
Yo, que hago lo que ellos desde mi ventana,
sólo que un poco más alto, y menos discreto,
me fijo mucho en la juventud insociable,
liberada, que abre sus puertas al verano
-tremendo varapalo a algún final comedido
que evita justificar la evidencia: de nada sirve
si de nada sirve-.

Oprimido al cristal
no sabía que fuera tan fácil
decidir que no existes,
que todo el mundo se ame excepto nosotros,
-entornadas, cerradas, las puertas del verano
pero me excita creer que pueda ponerlo
en duda-.

Y no hace mal hacer algo –jugar de nuevo-
que se sabe no tendrá consecuencias.

Si conozco a más gente de la que creía.
A ti de antes.

Resulta curioso si no cruzo palabra con nadie
anudar el presente al pasado,
regresar a algún celoso silencio
-si hay silencios aún celosos de ser descubiertos-

y me estimula su destello,
que no siempre noto
si lo siento.

(de "Escribir sobre ti", 2008)

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