En la calle el amor ya no ve
que existe. La cobardía
ha bajado el fuego a la boca
y lo que mira son palabras
verdaderas que no esperan respuesta.
Es tarde para volver
a andar con pies descalzos
a saber esperar, afirma el espejo
contra sí mismo. Un espejo
tiene dos caras, y donde
queda la piedra es afuera.
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