Al
final puedo luchar
por
la flor que nadie tiene,
por
los mundos de la rosa,
otra
vida y otras gentes.
Percibo
otra primavera
tras
las oscuras paredes,
a
sus pasos pongo oído,
veo
su voz de ojos verdes.
Atrás
quedará la búsqueda
y
sus momentos de nieve,
intermitentes
inviernos
por
las cumbres más ardientes.
Hoy
ya luzco alma de ti,
mi
corazón está alegre,
si
por los nuevos caminos
colores
nuevos florecen,
y
en el horizonte esperan
mañanas
que nada temen,
pues
cogido de tu mano
a
los muros hago frente.
Ahondando
en tu mirada
todos
mis ojos se pierden,
unos
siguen a la rosa,
otros
buscan donde duele,
todos
quieren ser testigos
donde
nuestro amor no miente.
Hoy
de ti luzco orgulloso
todo,
y mucho más si hubiese,
si
quiero lo más maduro
y
hasta el brote más imberbe,
si
mi paisaje de arena
sin
tu lluvia languidece,
y
allí brota hasta el olvido
al
amparo de tu fuente.
Percibo
otra primavera,
llega
cubierta de siempres,
llena
de voces descalzas
por
los destinos celestes.
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