No
necesito
amanecer
en tus ojos
para
seguirte queriendo.
No
encendemos
la
voz escondida,
pero
incluso en tanto vacío
nos
toca el mar.
Que
nos hayamos hundido
alguna
vez más allá
del
silencio hoy queda
como
semilla solamente.
Y
toda elude florecer.
Acaso
así acabe
lo
que no ha llegado a ser,
acaso
regrese encendido,
pero
ni perdido en la lluvia
necesita
palabras
seguirte
queriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario