Aletean letras fútiles,
a la búsqueda de palabras, frases sentidas y hondas
como discípulas de oído, rebeldes, de afamados maestros
en medio del caos nocturno,
entrometidas, de otras frases hechas, simples,
amables, respuestas o relatos de los avatares
del día y del mañana premioso,
intrusas, y sin embargo entrañable lapsus
que amnesia instantes
como fantasmas pacientes de algún sueño
olvidado, buscando su sitio, su anotación
intermitente, su feliz alumbramiento
en la soledad de la madrugada.
El idioma nocturno, es ajeno a la conciencia, visiones lejanas y vagas que deambulan en la mente sin cesar.
ResponderEliminarDulces sueño, Juanito!
Idioma personal que enseña la vida, Diana, sin libros ni academias.
ResponderEliminarUn abracito, querida amiga