Impaciente
está
la herida desnuda.
Agoniza su desdicha,
e incumple poco a poco
protocolos de ceniza.
Quisiera está
en los giros del instante,
en el camino borrado
noche a noche, en
ese pulso sin dondes de afuera.
Hundido está el azul
en los besos que abrigan.
Hay mañana en lo oscuro,
si su lejos no espera
un nombre cualquiera.
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