Lento
se
acepta lo sustituto,
si
nada sustituye a lo incesante.
Tarea
telar, un bailar la eternidad
insiste
a que más amor te quepa.
El
corazón no tiene reloj.
Ya,
no solo es tiempo lo arrasado
¿pero
qué hacer si no con un futuro
de
nuevo aprendiz?
Estupendo! Abrazos Juan.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Marcos, un abrazo
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