Tu rotunda firmeza tiene grietas
por donde te miro.
Dura como un corazón dominado,
seria
de ir muy lejos, descubro
blandura, sonrisa en el descuido,
alguna pregunta que poder
hacernos.
Pasas, vas y vienes a diario y
ya no eres
la extraña del primer día
-extraña sólo
de no saber quién eres-, sino la
musa
que, ajena, pide ser poema,
latido, cuerpo antes que palabra.
Sangre de mis ojos -al pie de la
carretera
hacia la bruma, silencio que
estaciona las agujas
del tiempo, paréntesis a la
intemperie, fuego
por donde llueve, sangre, luz
encendida, frontera líquida-,
en torno a mí.
Pasas, vas y vienes a diario y ya no eres
ResponderEliminarla extraña del primer día -extraña sólo
de no saber quién eres-, sino la musa
que, ajena, pide ser poema, latido, cuerpo antes que palabra.
¡Qué preciosidad de poema, amigo! Me ha encantado.Un abrazo
pinceladas y mas pinceladas llenas de recuerdos para darnos el esbozo de un poema lleno de matices. Bonita foto de portada que nuevamente me evoca recuerdos de mi patria.
ResponderEliminarMás me gusta a mí que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Juan
Veo que añoras tu patria, tu tierra. Ha de ser duro estar lejos, pero, a ver, las circunstancias mandan. A mí a lo mejor me gustaría hacer un viajecito por ahí y tú quizá estés hasta el gorro de verlo. Pero es bueno no estar nunca satisfechos. Da ánimo para luchar.
ResponderEliminarUn abrazo Jose Fco.