juanitorisuelorente -

domingo, 4 de julio de 2010

OPINIÓN: ACTITUD

En la misma persona frente a un reto, de decir: “esto yo lo hago”, a balancearse en la duda de: “sí, pero…”, va un mundo.
Una actitud u otra capacita o incapacita. Un reto en el trabajo, por ejemplo, es un enemigo al que vences o te vence.
La mente gobierna un cuerpo inimaginablemente elástico y generoso, extremadamente fuerte y agradecido, y ese mismo cuerpo es en la desidia inusitadamente muermo y perezoso, repentinamente despistado y somnoliento.
La actitud incluso embate a la aptitud, revitalizándola o atenuándola.
Y no lo digo tanto por hacer cosas por hacer, reventar por gusto, demostrar gilipolleces, sino porque la actitud al hacer lo que se haga ha de reflejar que se puede.
No un cuerpo como en un coche sin carné a 70, sino un cuerpo como en un coche de gran cilindrada a 90.

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