Para mí sólo ha muerto la persona, y el escritor de la caverna.
El libro, que fue un regalo, me abrió la puerta para conocer la obra del gran escritor portugués.
No he logrado terminar varios de sus libros que añadí a mi biblioteca (el hombre duplicado, todos los nombres, entre otros) pero sí tengo muy presente la caverna y aquella ansia por buscar momentos libres para continuar su lectura.
En ella la apisonadora de la vida que no se detiene y que obliga a renovarse y a intentar sobrevivir. Un libro muy recomendable.
Descansa en paz, maestro.
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