Decido no hablar de ti.
De hecho no pienso en ti.
Ya sabes que no es cierto.
Todo lo que no se dice queda pensado. Pensado como pasado muy nuestro y recuperable si merece recordarse. Dicho sería contado, y compartido. Inquietudes o necesidades que puedan confiarse. Para todo lo que no se pueda decir -mis secretos, sueños, mi mundo ajeno al mundo- queda lo escrito.
Bienvenidos.
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