Palabras de futuro en la
chatarra,
se degradan al sol, en la
intemperie,
la muestra de un fugaz
modelo en serie
que envejece apoyado en una
barra.
Poetas no subidos a la parra
que oxidan su legado mar
adentro,
su dardo no logró pinchar
el centro
si no buscaban cava en una
fiesta,
si la parafernalia les
molesta,
y la suerte jamás sale a su
encuentro.
Y el poema ha de ser también
de arena,
saber vender el rostro que
no tiene,
como tanto hay en pie que no
contiene
ni un verso que en verdad
valga la pena.
Poesía es sentir nacido en
vena,
y cuanta broza brota en los
rastrojos,
forman haces, la editan a
manojos
porque aún siendo pasto
tiene nombre,
follaje que nos venden de
renombre
y al buen trigo ni miran a
los ojos.