Yo
para todo viaje
-siempre
sobre la madera
de
mi vagón de tercera-
voy
ligero de equipaje.
A.
Machado.
FINA
LLUVIA
Hay
cada vez menos freno,
está
la oreja encendida,
desde
el punto de partida
un
beso, dulce veneno.
Fue
para los dos ajeno,
de
bolillos puro encaje,
un
muy consciente homenaje
para
abrazar a la lluvia,
por
los caminos diluvia,
yo
para todo viaje,
ante
una nueva firmeza
fruto
de los corazones,
necesarios
nuevos dones,
alcanzada
la pobreza.
Paraísos
de pereza
derriten
como la cera,
sin
saberlo es ya pradera
la
cima a que pertenecen,
y
siempre donde no crecen,
siempre
sobre la madera.
La
fina lluvia de diario
fue
empapando poco a poco
a
aquel olvidado loco
que
llegó a ser buen corsario.
El
amor no es inventario,
decir
a mañana espera,
no
pedir la luna entera,
pero
regar la maceta,
que
no sea una maleta
de
mi vagón de tercera.
Si
de nuevo sale a flote
avisto
cerca tu orilla,
prefiero
tu luz que brilla
por
mucho que el mar azote,
aunque
lo incierto me agote.
Pierdo
el reino, voy de paje,
estire
la vida y raje,
yo
ya busco la salida,
no
me importa qué me pida,
voy
ligero de equipaje.
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