Hagamos redondo
un lugar del cuento,
donde quepa todavía,
de nuevo,
donde por qué no ocurre,
ni nunca se ve. Fundemos
ahora en todas las cosas,
siempres que sean de verdad,
lo nuestro sin sombra.
Hagamos un palacio a estar solos,
queden ya en el desierto
los mapas a ti.
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