Lo
curioso
de
andar de espaldas
es
su sinrazón, y para la nada.
Ainss
¿qué
llueve lo irresoluble?
Mire,
no por sentirnos capaces
hay
que desplegar las alas
solo
para hacer sombra.
Volar
con la realidad,
persistir
en la permanencia,
que
nos restituyan lo imposible.........
esos
son trabajos que hilvanan sentidos.
Estamos
tocando puertas de lo inconsolable,
sangra
la inocencia, ¿acaso es panacea
la
quietud, seguir el juego a lo irreverente?
Es
triste que un alma en pena
sea
aquella satisfecha de su fracaso.
Ya,
lo consciente hoy no se quiebra, pero
qué
me dice tras la frontera inminente.
Debe
ser mezquina la plenitud
contra
la vida, yo no entiendo su mundo,
pero
pregunto: ¿Qué cercanía es solo
la
que se aleja? Un centro peregrino
es
metáfora cristalina. Ir de paso
no
es andar perdido. Dígame:
¿Es
la intemperie un buen lugar para los nietos?
buenos días:
ResponderEliminarde nuevo camino por este tu blog.
Mario