(1)
Porque estrella el corazón
sus abrazos en la nada
sigue la sangre alterada
por roces sin ton ni son.
El amor es la razón
que sobrevive al aguante,
a cada beso distante
que del pasado germina,
y en la mente se amotina
sin futuro por delante.
Porque estrella el corazón
sus abrazos en la nada
sigue la sangre alterada
por roces sin ton ni son.
El amor es la razón
que sobrevive al aguante,
a cada beso distante
que del pasado germina,
y en la mente se amotina
sin futuro por delante.
(2)
Que haga surcos a tu nombre
con lo verde de mis ojos
tiene en los frutos abrojos
aunque nada los escombre.
En el límite anda el hombre
porque el cuerpo no de acero,
y siendo un mundo un te quiero
oyen silencios las manos
en tantos impulsos vanos
de un amor tan verdadero.
Que haga surcos a tu nombre
con lo verde de mis ojos
tiene en los frutos abrojos
aunque nada los escombre.
En el límite anda el hombre
porque el cuerpo no de acero,
y siendo un mundo un te quiero
oyen silencios las manos
en tantos impulsos vanos
de un amor tan verdadero.
(3)
¿De qué sirve en la memoria
que te tenga en un abrazo
y desnude cada trazo
con renovada euforia?
Si la imagen aleatoria
que despierta mis temblores
y la muerden mis sudores
hasta que la sangre hierve
tan solo logra que enerve
y claudique entre las flores.
¿De qué sirve en la memoria
que te tenga en un abrazo
y desnude cada trazo
con renovada euforia?
Si la imagen aleatoria
que despierta mis temblores
y la muerden mis sudores
hasta que la sangre hierve
tan solo logra que enerve
y claudique entre las flores.
(4)
En el rol del solitario
es común la mansedumbre,
el regreso a la costumbre
de bajar cumbres a diario.
Manual abecedario
cuando el cielo es de otra guisa,
el que se alcanza deprisa
sin un corazón que darte,
volando a ninguna parte
con sensaciones de risa.
En el rol del solitario
es común la mansedumbre,
el regreso a la costumbre
de bajar cumbres a diario.
Manual abecedario
cuando el cielo es de otra guisa,
el que se alcanza deprisa
sin un corazón que darte,
volando a ninguna parte
con sensaciones de risa.
(5)
Quizá no supo el deseo
afianzar lo compartido
ni morir en lo sentido
tan hermoso en lo que creo.
Ese tiempo de tanteo
en que amé tu sed desnuda
de mi honda rabia resuda
junto al mañana que arde,
la sensación de que es tarde
ha dado pie a la duda.
Quizá no supo el deseo
afianzar lo compartido
ni morir en lo sentido
tan hermoso en lo que creo.
Ese tiempo de tanteo
en que amé tu sed desnuda
de mi honda rabia resuda
junto al mañana que arde,
la sensación de que es tarde
ha dado pie a la duda.
(6)
Amor que parió la suerte
si fascinaron tus pasos
al abril de mis fracasos
un instante de la muerte.
Como un flash sin conocerte
que los sueños los detuvo,
y en mi mente se mantuvo,
sin pensar en ti siquiera,
varios años a la espera
sin saber qué te sostuvo.
Amor que parió la suerte
si fascinaron tus pasos
al abril de mis fracasos
un instante de la muerte.
Como un flash sin conocerte
que los sueños los detuvo,
y en mi mente se mantuvo,
sin pensar en ti siquiera,
varios años a la espera
sin saber qué te sostuvo.
(7)
A mis años de existencia
los juzgó en un segundo
un abrazo tan profundo
que los dejó en evidencia.
Vacilar de la experiencia,
empujar y tente tieso
con la química en proceso,
dio alas a un lenguaje
que lucía su bagaje
sin saber ni darte un beso.
A mis años de existencia
los juzgó en un segundo
un abrazo tan profundo
que los dejó en evidencia.
Vacilar de la experiencia,
empujar y tente tieso
con la química en proceso,
dio alas a un lenguaje
que lucía su bagaje
sin saber ni darte un beso.
(8)
Dibujarte primavera
desnudó todos tus pechos
y los pilares maltrechos
que dejó una vida entera.
Trazo a trazo en la quimera
tan de abril de desvelarte,
con los indicios de amarte,
fue de tal himno a las flores
que en tu cuerpo,sus colores,
de lo excelso forman parte.
Dibujarte primavera
desnudó todos tus pechos
y los pilares maltrechos
que dejó una vida entera.
Trazo a trazo en la quimera
tan de abril de desvelarte,
con los indicios de amarte,
fue de tal himno a las flores
que en tu cuerpo,sus colores,
de lo excelso forman parte.
(9)
Persistir en la aventura
es volver donde no hay nadie
y pedirle al sol que irradie
unos grados de locura.
Es abrir tu cerradura
con todos los miedos muertos,
cruzando grandes desiertos,
trepando mil escalones,
atravesando rincones
hasta tus brazos abiertos.
Persistir en la aventura
es volver donde no hay nadie
y pedirle al sol que irradie
unos grados de locura.
Es abrir tu cerradura
con todos los miedos muertos,
cruzando grandes desiertos,
trepando mil escalones,
atravesando rincones
hasta tus brazos abiertos.
(10)
La pasión deja su sello
en tu piel de pergamino,
explora lo más divino
que es morir en tu destello.
Estalla a la luz lo bello
junto al sentir más profundo:
penetrar juntos el mundo
donde no hay otra evidencia
que sellarnos a conciencia
al futuro más fecundo.
La pasión deja su sello
en tu piel de pergamino,
explora lo más divino
que es morir en tu destello.
Estalla a la luz lo bello
junto al sentir más profundo:
penetrar juntos el mundo
donde no hay otra evidencia
que sellarnos a conciencia
al futuro más fecundo.
(11)
Prisioneros de los besos
por donde las sangres manan
hasta los silencios granan
en los eriales de huesos.
Luego,en la memoria impresos
quedarán con pies de barro
porque al presente me amarro
para huir al infinito
con la sangre que suscito
hacia otro encuentro bizarro.
Prisioneros de los besos
por donde las sangres manan
hasta los silencios granan
en los eriales de huesos.
Luego,en la memoria impresos
quedarán con pies de barro
porque al presente me amarro
para huir al infinito
con la sangre que suscito
hacia otro encuentro bizarro.
(12)
La sed de los rumores
bebe los gestos al vuelo
si no se anda por el cielo
con los ojos sin errores.
Resbalando en los albores
regresa a ser río a tientas,
a las ausencias más cruentas
y vivir de la palabra,
a que un instante reabra
las ilusiones sedientas.
La sed de los rumores
bebe los gestos al vuelo
si no se anda por el cielo
con los ojos sin errores.
Resbalando en los albores
regresa a ser río a tientas,
a las ausencias más cruentas
y vivir de la palabra,
a que un instante reabra
las ilusiones sedientas.
(13)
Escribo al rey de los dones
que en tanto nuestro evidencio,
una décima al silencio,
nuestro as de corazones.
En su mundo de escalones
la inspiración subebaja,
en la nada se trabaja
pues a su antojo va y viene,
aunque contigo ya tiene
universos de ventaja.
Escribo al rey de los dones
que en tanto nuestro evidencio,
una décima al silencio,
nuestro as de corazones.
En su mundo de escalones
la inspiración subebaja,
en la nada se trabaja
pues a su antojo va y viene,
aunque contigo ya tiene
universos de ventaja.
(14)
En lo nuestro, sinsabores
y mañanas de ceniza,
dibujar ahora a tiza
por tu cuerpo de colores.
Es llevarlo a los rigores
más exiguos de lo tierno,
relegarlo al crudo invierno,
a vagar ilusionado
hacia un beso atropellado
que parezca ser eterno.
En lo nuestro, sinsabores
y mañanas de ceniza,
dibujar ahora a tiza
por tu cuerpo de colores.
Es llevarlo a los rigores
más exiguos de lo tierno,
relegarlo al crudo invierno,
a vagar ilusionado
hacia un beso atropellado
que parezca ser eterno.
Hay mil maneras de verte
y sentirnos ser del aire,
mil maneras al desaire
si ninguna es a tenerte.
Pros y contras de la muerte,
aunque infinita cualquiera,
bien luciendo la bandera
de vibrar en tus entrañas,
bien luciendo las hazañas
más absurdas en la espera.
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