(Imagen de la red)
Todavía
no surca el viento
un
simple beso. Todavía
tras
la palabra no se prende
la
llama que nos funda.
Todavía
no ciñe la noche
la
corona de tu respiración,
se
sumerje en la sima de tu latido.
Todavía
el navegante busca
una
estrella en el mar de soledad,
no
es pájaro ni semilla
el
perfil del hambre, ni existe
el
campo de un silencioso atardecer.
Todavía
es la piel un rugoso desierto,
es
espejismo la duna. Todavía no
se
ha edificado sol en la penumbra.
Todavía
no.
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