Voy
donde ver tu mirada. Donde
la
distancia está en la línea
de
la mano, y el silencio
es
un vuelo clandestino. Voy
donde
puede que arda el instante,
si
estar cerca sangra y nunca
en
sacrificio. Voy
donde
a veces los puentes
zigzaguean
sin bajar los ojos
hasta
unirse en algún ángulo
solitario.
Voy donde a veces
se
nos clava hasta el aire que pasa.
Voy
donde nada me pregunta
si
es todo, si el acaso sostiene
el
vacío de una y otra vez.
Y
siempre siempre le respondo sí
con
los ojos que te vieron.
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