Hundido en las sombras soy presa fácil de tus labios.
En estos huesos caben tus brazos y luego el olvido.
Sólo al sol tiemblo escuchando lo que me diste:
vigor y hambre de tus pechos engañados,
olores y llamas inhabitables,
pájaros esculpidos, amor bajo los puentes.
Ese es un pobre amor que no merece ser recordado pues ha dejado sólo vacíos.
ResponderEliminarEstupendo poema querido Juan.
Un beso grande.
Qué breve y qué precioso este poema que palpita la necesidad de ser amado y la fragilidad de saberse necesitado de amor.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Me encantó.
PD: Me gustaría comentar cada una de tus entradas, pero me resulta imposible por falta de tiempo. Pero quiero decirte que te leo siempre que puedo. Tienes una increíble capacidad creativa.
Sí, es muy pobre el amor que tras el desahogo no necesita a nadie, ese que solo busca su propia necesidad.
ResponderEliminarUn abrazo amiga Luján
Laura, ha de ser frustrante que dando todo no se reciba nada. Hay amores impetuosos, apasionados, y de muy pobres sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga
PD.- (he pulsado publicar antes de acabar) nada, sólo agradecerte tus palabras, me dan ánimo, no para escribir más que ya sabes que para eso no me hacen falta sino para intentar mejorar que es la ilusión que alumbra cada poema. Un abrazo Laura
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