En mis pasos sin futuro
aún reside algún rescoldo
si anda rudo lo creativo
en la edad de los escombros,
constructora de un mañana
con la obra sin los ojos,
aún alma y corazón
con todos los sueños solos.
Sigo andando hacia el abismo
con la sudor siempre al hombro
sin negar brazos al tiempo
ni eludir un metro angosto
mas la edad tiende a ser playa
y a su ruina pone morro,
a caer a los sillones
como un pez tocando fondo,
todo un canto y su aleluya
por la luz que sueñan otros,
un buen fin que me he ganado
con la sangre sin adornos,
pero mil años de lucha
aunque hagan oídos sordos
que saben de haber cumplido
sin pedir peras al olmo.
Bien está que necesite
de sus últimos esbozos,
de ese contador siniestro
que premia a los cuerpos rotos
con la mísera pensión
y la frase “El tiempo es oro”.
Bien está que estando activo
sigue la piel en remojo
con la sangre en su apretura,
con la mente en tiempos mozos,
y aunque esté muy bien, señores,
que resista con aplomo
¿es que no tienen vergüenza?
¿Quieren ya buscarse a un mono?