La inestabilidad deja heridas en la lengua
y ojos cansados de mirar muy lejos.
Caminos en el alambre
que no admiten un descuido.
O sueños al otro lado:
pasados futuros.
Firme está lo torcido,
figura imposible
y oscilante.
Y lo que es peor, a nadie le importa.
Es que pasa.
juanitorisuelorente -
sábado, 31 de diciembre de 2011
viernes, 30 de diciembre de 2011
ALGO MÁS QUE PALABRAS
En teoría
las palabras sólo enseñan
a las palabras.
En la práctica
sólo es un alumno
con ventaja.
las palabras sólo enseñan
a las palabras.
En la práctica
sólo es un alumno
con ventaja.
jueves, 29 de diciembre de 2011
ENTRE TODO
Llueve. Todo
es grisáceo.
Humedece la gana.
Sabe a agua
cada cosa que hago. Tiene
adjetivos el barro,
equilibrio la utopía.
Lo normal llega a ser extraordinario.
MONÓLOGO
El decir no aprende nada
si el escuchar no enseña.
Se parece a hablar
pero faltando uno.
El silencio no tiene conversación.
ENVIDIA
Me admiras
con el mismo odio
que me desprecias.
Así pues me temes
y te temes.
Son odios, además, miedos.
La rabia interior
son hechos sin hacer.
Sueños
que quieren ser sin ser.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
CUALQUIER COSA
Cuando quiero una cosa
de corazón primero la deseo
con todas mis fuerzas.
Después lucho.
No me encojo de hombros
si no sale a la primera.
Ni me enfurece poseerla
un tiempo en la memoria.
Espero, y me consuela
lo que tengo.
En mis planes anda suelto
el azar con un manual
de luego, y qué.
Sin embargo nunca es no
un simple motivo.
INFLUENCIA
Yendo
en tu misma dirección
minimizo
tu laberinto,
pasando
tus lugares estrechos
de
frente, sin dar un nuevo giro.
Partes
de ti son mías aunque
sólo
mías. Dices tanto que no
dices
que me basta oírme,
sentirte
que no siento.
De
la raíz a la copa reseñando:
de
respirarte un suspiro,
de
poseerme respiro.
Y
nace aire nuevo desvinculando.
martes, 27 de diciembre de 2011
PASATIEMPO
Resuelvo
y ocupo la tarde.
Abstraído
no estaba listo
ni dispuesto estando.
A la nada sumo
el resultado.
Amerizando
en serio mi tiempo,
despido
al tiempo que necesitaba
irse.
CUENTO DE QUIÉN QUISO VIVIR DEL CUENTO
Bartolomé quería ser importante.
Lo tenía claro. Jefe
de algo, presidente de cualquier cosa.
Y dio un paso al frente como un soldado en una formación
para quedarse solo, en tierra de nadie, sacando pecho ante las miradas de asombro, las lenguas viperinas.
Su mujer, Laura Antonia, estaba encantada y ensayaba poses
ahuecando vocales con estilo. Y enseñaba a sus dos niñas a comportarse.
Saldrían en la radio, en la tele, en los periódicos y debían estar acorde a la
responsabilidad del cargo.
Sólo faltaba el cargo. El qué, el cómo y el donde.
A Bartolomé el qué le
traía sin cuidado, el cómo era el verdadero problema aunque lo creía controlado
y el donde estaba claro pues descartadas sus aptitudes en su oficio, chapucero
a domicilio, aprendiz de todo y maestro de nada, y en sus estudios, primaria
por los pelos, sólo podría encontrarlo en la política, en la política
lunes, 26 de diciembre de 2011
FEBRERO
Te juro que era verano
-yo no juro en vano-.
Sé que entró por la nostalgia
de un agosto consentido
lo que en frío no dice
la piel desnuda.
Lo sé por el sudor. Por las
hojas,
la grandeza de tu sombra.
Fue cuando en la amplitud del
tiempo,
y el lento descender a las
orillas
de los mares, alcanza su ceniza
un fuego compartido.
Piensa que cuando estalló
tu silencio en palabras
no tuvo palabras.
Era verano. Recuerda.
Cuando todavía no era verano.
domingo, 25 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
PATOLOGÍA DE UN MILAGRO
En éste horizonte parado (cada vez
más como un cuadro surrealista) parece que algo se mueve, se va mostrando
inquieto, se asoma a ver, a mirar qué pasa; si hay razones que inviten a regar
su letanía, su cansina e interminable inmovilidad, al menos con algunas gotas
de esperanza.
Nada es firme, nada está probado,
y sin embargo todo lo nuevo viene con la vitola de cambio, de progreso, de
mejora. Y produce ánimo. Porque nada puede ser peor que lo pésimo. Porque nada
puede ser menos que no tener nada. Y más vale esperar algo que seguir esperando
nada.
Lo saben más de cinco millones de
ausentes que no pueden regresar a la vida útil si otros no lo hacen antes que
ellos. Lo saben los que están a punto de hacerles compañía, y los que les
seguirían más adelante si alguien no frena ésta debacle, más nacional que
mundial, más nuestra que de nadie.
Empresarios, promotores -cabezas
tractoras- esperan dinero y camino. Esperan que los Bancos sirvan para lo que
se crearon, esperan que cada uno sirva para lo que es.
Ellos han de empezar primero para
que los demás les sigan. Ha sido así desde sus orígenes. Atavismo puro pese a
los sueños de grandeza. Y mal lo han entendido esos dirigentes que han vuelto a
meter en el fango la pierna hasta la ingle.
Hace falta esa mano que ofrezca
confianza para que “El Poderoso Caballero”, ese malandrín oculto, ese reptil aletargado, ese ratoncito insomne, comience
a crujir los huesos de sus manos prestidigitadoras, comience a estirar sus
vértebras, asome sus bigotes a la puerta de la madriguera y tire sus cartas
sobre la mesa, muestre su lengua viperina, empiece a otear algún trocito de
queso tierno, fácil de digerir.
El dinero no es beato porque solo
cree en sí mismo y ya está un poco harto de seguir un año tras otro rezando el
rosario. Lo suyo es la suficiencia y no el ser suficiente, lo suyo es tener y
más tener, y no andar sumido en esa voz que a diario le frena: “¡Shhh, silencio,
calma!”.
De nuevo la ilusión gira a la
derecha hacia un Walt Street todavía inmaculado.
Y empieza a evaluar los daños. Algunos
irreparables que no la vida, siempre en estado de préstamo pero por suerte inembargable.
Bien. Hay caras nuevas, nuevos
gestos. Gestos sonrientes aunque, a ver, con algún poso de amargura. Porque
ingrata es esa ardua tarea de intentar
restaurar el crédito, lo perdido, lo asolado, incluso lo desaparecido. Y escalofriante
ese deber de decir frente a la tumba de demasiado ser humano: “Levántate y
anda”, y esperar a que se produzca un necesario y nuevo milagro divino.
Pero en fin, ya empieza a verse, que no a
notarse, alguna medida: menos ministros, menos ministerios. Gastos cortados de
cuajo. Y la esperanza de que en el sector público caiga y con firmeza la
guillotina. Sector privilegiado con la que ha estado y está cayendo y que ha
sido para el anterior gobierno intocable. Cáncer añadido, entre otros, a su nefasta gestión económica.
Y para colmo ahora está en la
oposición, y con guerras internas, y aunque algo tímido, sigue con sus voces
críticas.
Y ya está bien, señoras/es, ¿es
que no han demostrado sobradamente por activa y por pasiva de lo que son
capaces?
El hombre es el único animal
–dicen- que tropieza dos veces en la misma piedra. En España y con el socialismo
ya ha tropezado dos veces. Ahora le toca a la derecha, y esperemos que
vuelva a tropezar para bien.
MADRE
La justicia puede ser
una mala madre
una mala madre
Como quién los recita al confesor
y se libera de su pecados
desertan mis palabras
a la corriente del olvido.
La atmósfera sofocante de la servidumbre,
del amor no correspondido,
son sólo detalles patéticos
agravados por la oscuridad
y sus meandros.
Agazapada entre las grietas de la roca
siempre está tu mirada fija, de rencor,
salpicando de herrumbre
aquel desazón,
aquella rabia incontinente.
Y allá lejos,
a una región ignorada por la gente,
viaja mi mente cuando te trato,
a los espíritus de
antaño
vuela mi recuerdo
cuando me asfixias con el humo
de tu felicidad y tu desgracia.
Felicidad y desgracia que no son otras
que tenerme a tu lado.
viernes, 23 de diciembre de 2011
CELOSÍA
Podría encontrarme en lugares reales
por la facilidad de su atmósfera,
la quietud de su espera,
y avanzo, en cambio,
hacia las imágenes novedosas
que esconda un mundo no construido.
Podría armonizar los detalles
que concurren a la mirada
y unificar su belleza
en fracciones que sólo yo sabría
que no existen,
y es en cada cara oculta,
en cada sombra tierna, el fondo
de cada idea, donde irrumpo
si su magia oscila persuasiva.
Si es así
desaparezco voluntariamente
en su amenaza frágil
por su negro silencioso
por su propuesta más radical
y subversiva,
y solo emerjo
si su abstracta evidencia
me inspira ilusionada a personificarse.
Si hay una lectura acuciante
que proyecta extraordinaria
ésta es sin duda la verdad que hallo palpitar
sobre su visible mentira, celosía que evita
su soledad extrema, simulacro
que oprime lo trascendente,
confundida
como abrigada y descalza en la nieve.
Y no es escollo constatar
su desahucio
como viaje imposible a su liberación,
ni su genuino modo destrozando
lo investido y falso,
si nada singular debe tener
doble sentido,
si nada autentico
debería generalizarse.
jueves, 22 de diciembre de 2011
AÑO 2.100 (Micro relato)
A Vicentito le regalaron sus padres por su cumpleaños un perrito-robot que hablaba siete idiomas y no solía decir guau.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
ESCISIÓN
Busco algún indicio, una luz en
la niebla, el final en la espiral de una pesadilla, una mente, un cuerpo, una
trama. Busco un tenue hilo hacía otras mentes, un freno obligado a su prisa, su
duda hasta que fijen la mirada, su gesto absurdo ante mi idea, una porción de
su tiempo. ¿Qué soy?, ¿quién soy?, ¿quién deseo ser sin perder un ápice de
terreno ganado? ¿Y a quién le importo? Así, tal cual, a nadie, estoy seguro.
Pero basta que deslice mi mano hasta confundirme en el bullicio y decidirme,
discernir la inclinación o dar un giro drástico y ser original para ser otro y
yo mismo. Es un riesgo, porque no hay una idea, un resquicio que no esté
desollado, estrujado hasta arder la hoja en las manos. Debo pensar. Tal vez vea
donde otros se han cegado. Mi mente infrarroja ausculta un desierto, grano a
grano, cernido
ES LO QUE HAY
Aunque la silla esté vacía
su lugar no se lo quita nadie.
Mirar por la ventana sería
mirar su ausencia. Oír
sonidos parecidos sería
saber de fijo que no es.
Pensar tuvo su tiempo
y ya te conozco bien.
La vida afuera
ha de salir de dentro.
Nos faltamos uno a otro
pero cuando estamos
estamos.
martes, 20 de diciembre de 2011
FUEGO EN LAS CENIZAS
El mejor
culpable
es el muerto
Sería
un milagro existir
-terrible
venganza del desastre-
más
de un minuto oliendo a cadáver.
Pero
los milagros existen.
Y los muertos
prematuros.
Ocurre:
muere
una vida
y resucita otra.
Lo
que empieza,
sin acabar, de nuevo.
Desalientos,
alientos del ser.
No
muere quién ha muerto
de
no poder seguir viviendo.
Arderán
sus harapos,
su tiempo.
Es
todo.
Sin
pagar el fracaso
emergerá lo inembargable
sin
ruido de cadenas.
Y
respirará lo irrespirable.
CONCEPTO
Tengo un amigo, un buen amigo, un único amigo (lo de único a
menudo suele ser relativo u ocasional, este no, ni lo uno ni lo otro) que
es cualquier cosa menos un amigo. A ver
si me explico. Lo quiero decir es que tengo un amigo, un buen amigo, un único
amigo que al mismo tiempo no lo es. Así de simple y así de tajante. No es
posible, pensarán, el concepto amistad no tiene esas bifurcaciones porque un
amigo o se tiene o no se tiene, pues no, parece raro pero yo tengo un amigo y
no lo tengo. Alguien se preguntará: ¿y eso para qué sirve?, yo le responderé,
si llega el caso: sirve para cuando sirve y ni un minuto más.
Sé que acaban de calarme, esa última afirmación es una
prueba fragante que no es un amigo lo que tengo sino una cándida ovejita que
saco o no del corral, pues sí, puede, a lo mejor, en cierto modo, pero no, no
hasta ese extremo dantesco. Es un amigo que
lunes, 19 de diciembre de 2011
EL DON NATURAL
No prende la chispa tanto intento
ese fuego de calurosa bienvenida,
no despunta en la larga fila lo correcto
ni ningunea rebelde lo establecido.
Qué fácil debe hacerse
sin notar haberlo hecho.
Cuan natural debe nacer
hermoso lo justo.
¡Cuantos saben lo mismo
y a qué pocos les revelan
el secreto!
Me cuentan las palabras que bailan agradecidas
algún destello en su memoria.
Me callan los silencios a la espera del ceremonioso
espacio que clame lo excepcional.
Pero solo a veces baila una pluma al viento
con osadía.
No todo el mundo hace
lo de cualquiera.
domingo, 18 de diciembre de 2011
CONFIDENCIAS
Lo de leer y escribir me viene de pequeño. Con ocho años escribía relatos cortos de aventuras (en las libretas de lengua) y les dibujaba algo relacionado junto al título en las portadas. Y en cuanto a los regalos de cumpleaños, reyes, etc.., no había que preguntarme: siempre un libro. Aún conservo un Viaje al centro de la tierra, un Quo vadis, o aquellos Papeles póstumos del club Pickwick, con mucho cariño. De lo escrito no conservo nada, sólo el recuerdo de la inesperada visita a mi casa para hablar con mis padres de mi maestro de 5º (D. Antonio) para aconsejarles que me animaran a la escritura. Lo hice hasta los diez años. Luego vino el instituto
AGONÍA
Amaneces sin ayer otro
día
de hoy que tampoco
necesitas sea mañana.
Naces cada día para
morir cada anochecer
ya sin vida que te
apiade. Un nuevo reto,
un verte amanecido, un
transcurrir
de horas lentas hasta
velar tu sueño
como velar tu muerte.
Sin ser que quieres aún
te flotan alrededor
restos de ti que
orgulloso te recuerdan.
Que te suplican, me
suplican
que sigas, siga,
luchando por ti,
por mí, por nada.
RARA AVIS
Insiste lo habitual
en ser extraordinario.
No.
Tengo un plan.
Hagamos tendencia de lo ordinario.
No contestemos a la intemperie.
Que sean la voz de nuestros gestos
espacios dentro.
Mundos donde el silencio nos acompañe
a solas, y tan unidos.
A sueños que viven sueños,
y tan despiertos.
en ser extraordinario.
No.
Tengo un plan.
Hagamos tendencia de lo ordinario.
No contestemos a la intemperie.
Que sean la voz de nuestros gestos
espacios dentro.
Mundos donde el silencio nos acompañe
a solas, y tan unidos.
A sueños que viven sueños,
y tan despiertos.
sábado, 17 de diciembre de 2011
SEMENTERA
Aprendo de mí
lo que no está escrito.
Hago surcos sembrando vida.
Florecen silencios,
frutos sin tiempo.
Pronuncia mi mano.
Crezco conmigo.
lo que no está escrito.
Hago surcos sembrando vida.
Florecen silencios,
frutos sin tiempo.
Pronuncia mi mano.
Crezco conmigo.
viernes, 16 de diciembre de 2011
TU MANO
Mi vida es una isla
y me exijo de vez en cuando abandonarla,
cruzar el puente que une
las dos orillas.
Si hago lo que debo,
si digo lo que se quiere oír
estar triste o alegre
es parte del día a día,
por eso salgo del círculo
a sentir libre
cuantas cosas creo verdaderas.
Si perder el control
me genera incertidumbre,
si me siento inútil e innecesario,
si caigo como caí otras veces
habré de salir de aquella manera.
Pero si hoy estoy deprimido
nadie mejor que tu para saberlo,
para volver a tenderme
el puente de tu mano.
Si de pronto me siento capaz
y una fuerza inmensa estalla
en mi interior
en medio del caos,
si ya no me culpo y evito castigarme
nadie como tú me ha dado vida.
Incluso en medio del caos
logras momentos concretos
que salvar
que siguen valiendo la pena.
MALDICENTE
Hay ojos que no ven y corazón
que sí siente.
Un pitido a la izquierda
y tu rostro se ilumina en la fila numerada.
Escribes un epitafio que te alimenta.
Ritual de sangre y hoguera.
Pero existe
un después no agredido. Lugares
que maltratas sin daño. Luces de lo oscuro.
Fortalezas que no admiten huéspedes.
Ya lo sé.
El lobo sería hermoso en la penumbra.
Tu lengua también.
que sí siente.
Un pitido a la izquierda
y tu rostro se ilumina en la fila numerada.
Escribes un epitafio que te alimenta.
Ritual de sangre y hoguera.
Pero existe
un después no agredido. Lugares
que maltratas sin daño. Luces de lo oscuro.
Fortalezas que no admiten huéspedes.
Ya lo sé.
El lobo sería hermoso en la penumbra.
Tu lengua también.
jueves, 15 de diciembre de 2011
LÍNEA
Todo lo que sé de mí
acaba hoy, ahora mismo.
Hasta aquí podría leer mi vida
aunque pueda suponer
qué ocurriría un tiempo.
Entre lo que pasa y lo que esté por
pasar
hay una línea frágil que no veré rota
jamás. Soy por tanto ser que sabe
de ser. Ser que se imagina siendo.
Gota a gota nace luz a la memoria
del manantial de mi tiempo. Ser
visto y no visto.
INNOVAR
Has pasado de moda,
sin embargo te llevo,
¿qué es eso de decidir
por mí?. Te ven y se imaginan
en ti quienes te tuvieron
admirados. El pasado reciente
de cada uno es tiempo perdido
que se resiste a desaparecer.
Lo nuevo solo obliga a mirar
al futuro y el futuro siempre
es mañana: tiempo imprevisible,
limitado, que nos queda.
Disfrutar sin lujos lo que me sirve
para lo mismo a lo mejor me hace
ir a que me lleven.
Seguir notando en mí las manos,
la voz ruda del hombre y no su lado
más volátil e endiosado.
P.D.: sería el primero
en comprar un cuerpo nuevo.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
FIEL TESTIGO
Es mi modo –soy un tipo raro, lo reconozco-, el soler
hablarme cuando no tengo nada que decirme. A lo mejor es común hablarse pero yo
sólo lo sé por mí ya que estas cosas íntimas, de principio, es imposible
contárselas a nadie. En fin, que me hablo, me hablo, y me digo, y voy atando
cabos a cosas que estando en mí no estaba al cabo de su existencia. Alguien
debería explicarme por qué digo cosas que no he visto ni oído nunca. Quién es
ese que hay en mí y que se regodea porque sabe de mí más que yo. Y por qué me
place luego repetir sus cosas. Ser apenas un testigo fiel de sus labios y
vuestro oído.
MALA GENTE
El que va a engañar
parece que viene a darnos.
Prudente, afable, como amigo,
hoya mucho en la tan confiada
confianza. No esconden nada
sus palabras, buena presencia,
el dinero por delante, en su mágica
aparición florece el día. De
su recuerdo breve queda luego
un recuerdo largo y meditado.
¿Dónde no supe, qué mirada
emanaba fiel o enrarecida?
El que va a engañar
nos pone a trabajar arruinando
el tiempo a su conjura. Tan
sutil por inocentes,
tan perverso por tontos
y para colmo al principio
agradecidos.
martes, 13 de diciembre de 2011
ENAMORADO
Siento hasta hervir el sentido
de un sentimiento sentido.
Sensación sensible de sentirse,
de la a a la z en su memoria.
Amar de amar se sabe,
y de ti ya sé, que yo sepa.
Hablan y hablan y yo sólo
de hablarte digo. Más allá
alcanzará a decir a otros
si sobra. Habrá silencios
preñados de gratos silencios.
Ahora más que sé de oírte.
El amor brilla y no es
de noche.
Arde todo,
Arde todo,
menos de fatiga.
NAVIDAD
Se acerca la navidad y sus gastos
obligados e innecesarios.
Muchas familias se enfrentan a la
disyuntiva de gastar lo que no tienen, o de decir: estos son unos días como
otros y hasta aquí hemos llegado.
El seguir alimentando la farsa o
el enfrentarse a la pareja y a los hijos con la cartilla del banco en la mano,
los bolsillos vacíos y la mirada perdida en la nada.
Se acerca la navidad y esos días
entrañables en los que la familia se reúne alrededor de la buena mesa y el buen
beber, de los regalos para todos. Días en los que enterrar al resto del año y
asistir al nacimiento del siguiente con la esperanza renovada, con el estómago
atiborrado de buenos deseos, de tanto restringido y racionado.
Todos los medios, e incluso lo
tallado en la roca de nuestra irresponsabilidad, animan al consumo. Los precios
suben, y nos da igual pagar por un artículo-rey en la mesa lo que nos pidan.
Se saca de donde no hay porque así
lo hace todo el mundo, porque todo no van a ser problemas y pasar calamidades,
porque algún capricho hay que darse, porque la navidad ha de ser, más o menos,
como Dios manda, aunque así lo haya establecido Dios sabe quién.
No voy a incidir en como están las
cosas en ésta ciudad, mal en cualquier rincón de Andalucía, pero aquí, lo
sabemos todos, requetemal.
Las calles centrales siguen casi
desiertas, los negocios casi vacíos, el trabajo camina por sus horas más bajas,
por el abismo de lo más profundo conocido.
La gente no tiene un duro –digo duro
por volver a las raíces-, ni por ahora esperanza de conseguirlo.
Y llega la navidad. Y con ella lo
obligado: los mantecados, el marisco, la lotería (…por ver, por ver…), la carne
de 1ª, el caviar, el buen rioja…
Pero señores, lo que no se puede
no se debe –ya pasó con las hipotecas-. Si esos días hay que comer pollo con
vino peleón o hacer unas migas no pasa nada. Que ello no atraiga la depre o el
mea culpa. Si los niños han de conformarse con un juguete de lo mínimo o
ninguno así van tomando conciencia de qué va esto. Que saquen del arsenal de
armario las Wii, las Play, los cerros de juegos, las muñecas Famosa a las que
solo les falta la pila, las Barbie con o
sin Kent, y arrimen el hombro sin un mal mohín.
Las familias han de seguir
reuniéndose, ninguna debería dejar de hacerlo por mal que esté, es lo bonito de
estas fiestas, lo más importante, aunque lleguen de nuevo y por 4º o 5º año
consecutivo en mala hora, pero eso sí, con la mirada fría en el gasto,
sopesando en la balanza sus verdaderas posibilidades.
Habrá quienes puedan más, quienes
menos, pero unos pueden ceder y otros dar un pasito a ese punto medio, el de la
piña, en el que el plato rey o reina sea la armonía.
El 7 de enero –por cierto mi
cumpleaños- habrá pasado todo. Habrá que enfrentarse a la primera cuesta del
año. El estómago estará pesado pero vacío, y todos sus excesos andarán flotando
de igual forma y para lo mismo en el Matadero (para los no locales es el arroyo
donde desembocan todos…las…bueno…ya saben…)
MUDANZA
Un viento moteado
recorre mi ciudad:
es el polvo de la crisis.
Respirarlo, y tan evidente
aparece la nueva inclinación
de imponer
otra manera apropiada de
conducta.
Pronto los primeros síntomas
para adecuar una nueva entrega
diaria
a un nuevo trabajo absurdo.
Pronto la cerrazón,
la soledad triste de quienes
desean dejar de comunicarse.
Pronto las frases que se acortan
en un idioma nuevo y difícil,
las necesidades
que dejan de ser necesarias,
los pensamientos
que se hunden en el aburrimiento.
Pronto demasiadas cosas
a lo que no estamos
acostumbrados.
Y mientras tanto, el viento
imprevisto,
sucio y maloliente,
que sopla
y sopla
y nos circunda
dejándonos helados.
lunes, 12 de diciembre de 2011
UN SACO DE CARBÓN
Un gran saco de carbón
reuní de tantos años.
Un cofre de galletas de chocolate
y un rifle de plástico,
además de cuatro cachivaches destrozados
(reconocibles todos), le cuelgan por fuera
como en el saco de un hojalatero.
Tenía prisa mi padre en hacerme hombre,
y me dio ventaja,
un azadón con el astil a medida
y campo sin amo
donde capear los humos
sin pedir nada a cambio.
Hoy me apena nuestra lucha soterrada
por la primacía de un terreno baldío:
la inconsciencia.
El tiempo se alejó para siempre
en un tren a ninguna parte.
Fue entonces, en ese umbral donde las promesas
fueron sólo billete de ida
cuando subí a ese tren cualquiera,
desposeído de todo.
Y ahora solo entra por mi ventana la nostalgia,
retazos tibios de adolescencia,
apenas reseñable.
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